La crisis de Harley Davidson en España es más profunda de lo que parece. La flagship nacional de Barcelona comenzó a impagar a sus clientes en 2022, pero pese a ello siguió aceptando a usuarios que les fiaban sus motos. Ahora, hay decenas de afectados ante el silencio de una multinacional que, eso sí, ha borrado al negocio de su página web.
Lo han detallado fuentes legales, recordando que el bufete de abogados Bou&Martínez de Cerdanyola del Vallès asumió el primer caso de impago en 2022. Aquel año, un cliente fió a la tienda-insignia de Harley en España, ahora cerrada abruptamente, su moto usada. Esperaba una venta por valor de 11.000 euros, y el negocio le prometió dar el dinero en 15 días.
Harley Barcelona incumplió, impagó al cliente, y el afectado interpuso una primera reclamación judicial de la mano del gabinete legal barcelonés. Dos años después, el juicio está señalado para este invierno. Será el primero.
Casualidad o no, ahora ese mismo bufete ha arropado a un segundo cliente estafado por el mismo concesionario y taller oficial. Es Eduard Ros, quien dio a Harley BCN su moto para que, también, la vendiera como vehículo de segunda mano.
La crisis de Harley Davidson en España es más profunda de lo que parece. La flagship nacional de Barcelona comenzó a impagar a sus clientes en 2022, pero pese a ello siguió aceptando a usuarios que les fiaban sus motos. Ahora, hay decenas de afectados ante el silencio de una multinacional que, eso sí, ha borrado al negocio de su página web.
Lo han detallado fuentes legales, recordando que el bufete de abogados Bou&Martínez de Cerdanyola del Vallès asumió el primer caso de impago en 2022. Aquel año, un cliente fió a la tienda-insignia de Harley en España, ahora cerrada abruptamente, su moto usada. Esperaba una venta por valor de 11.000 euros, y el negocio le prometió dar el dinero en 15 días.
Harley Barcelona incumplió, impagó al cliente, y el afectado interpuso una primera reclamación judicial de la mano del gabinete legal barcelonés. Dos años después, el juicio está señalado para este invierno. Será el primero.
Como ya había pasado en 2022, la flagship incumplió. Le vendieron su moto de segunda mano, y el cambio de nombre se hizo en abril de este año. "Pero pasaron los días y nadie me ingresó nada". El hombre reclamó, sin éxito. Finalmente, buscó apoyo legal, y también denunciará por la vía penal.
"Es una estafa. Por poca cantidad, sí, pero que para un hogar es una suma relevante. Va tirando de ahorros, y esa entrada de fondos que esperaba con la venta de la moto no llega por culpa de esta gente", lamenta Ros.
Este ciudadano es uno de las "decenas" de afectados por la presunta estafa de Harley en España, que pivotó sobre su punto de venta principal de Barcelona, la primera de España, abierta en 1987. Las víctimas se están "organizando" para unir sus escritos judiciales y, así, "tener más fuerza", describe el joven.
El objetivo de las demandas será el comercio, porque el resto de estructura de la marca se está salvando. La otra store, Espacio Harley, operada por Jorge del Olmo, hijo del periodista Luis del Olmo, continúa funcionando inalterada. Y el Capítulo -Chapter- de Barcelona, el HOG Barcelona, por Harley Owners Group, se ha trasladado a esta última tienda. Antes, estaba domiciliado en el taller de la flagship, que ya no existe.
Donde tampoco existe la tienda-insignia es en la web de Harley Davidson. Ha sido borrada. Conserva, eso sí, la marca comercial, a nombre de 24 Horas Barcelona SL, la mercantil que se ha desmoronado.
La multinacional sigue guardando un prudente silencio ante la colosal crisis. Contactada por este medio, ayer rechazó contestar las preguntas desde sus oficinas nacionales en el distrito Sant Cugat Business Park.
De hecho, el cuartel general español de Harley Davidson, con apenas seis empleados, es nuevo. Lo tomó la marca en 2022, tras dejar el SC Trade Center. Cabe recordar que este distrito administrativo está en la diana por ser donde se gestó el fraude de los NFT de Ronaldinho, que está judicializado.
SC Trade Center es propiedad de una empresa inmobiliaria de la familia Schara, dueños de la cárnica homónima. Los Schara ayudaron a los Torras a armar la operación de los NFT, y se estudia citarlos a declarar en la causa mercantil por presunta copia que se sigue en el juzgado número 6 de Barcelona.
Sede aparte, desde el mundo motero lo que afean a Harley matriz es que no interviniera antes para zanjar la crisis y desclasificar al comercio, al que ya no le servían piezas. Máxime si se tiene en cuenta que había casos en manos de abogados desde 2022.
Con la responsabilidad por determinar, lo factual es que la caída del negocio icónico de Harley en España ha impactado en toda la red, al menos de forma reputacional y, en algunos casos, operativa. En el plano emocional, supone liquidar por la vía de la polémica la historia que comenzó el empresario Joan Vilaró, uno de los primeros españoles en tener una Harley Davidson.
Vilaró, vecino de la finca donde se encontraba Harley BCN, abrió España a la marca global. En 2010 traspasó la empresa a la familia Solano, que la agigantó desde su posición de pionera con varias ampliaciones hasta convertirla en la principal de Europa. Hoy yace cerrada.